viernes, 8 de marzo de 2019

RESUMEN EMERGENCIAS CARDIOVASCULARES


Diplomado En Aeromedicina Y Transporte De Cuidados Críticos
Alumno: José Guadalupe Ramírez Dimas


09 De Marzo Del 2019
Guadalajara Jalisco México

Profesor titular: LE.FP.C Ricardo Rangel Chávez
Director: Jaime Charfen.

Tema: Resumen Emergencias Cardiovasculares



Resumen Emergencias Cardiovasculares
Crisis hipertensiva
La hipertensión arterial es una de las enfermedades más comunes en nuestro medio y constituye la primera causa por consulta por el servicio de urgencias. Se estima que 900 millones de hipertensos en el mundo, dos tercios viven en países  en vía de desarrollo. en américa latina , se encontró en 2010 , una prevalencia de 13.4 %. Durante muchos años se ha intentado definir valores fijos para clasificar la severidad de la hipertensión arterial. Actualmente, se aceptan como valores normales la presión arterial sistólica  (PAS) inferior a 120 mmHg y PAD 80-89 e hipertensión arterial por encima de 140/80.  El VII Joint  National Commnittee  de hipertensión arterial (2003)  clasifico la HTA según severidad  en estadios  1 (140-159/90-99) y 2 (mayor 160/100). Independientemente  de la severidad se calcula que el 1% tendrá una crisis hipertensiva en algún momento del curso de enfermedad.
El termino crisis hipertensiva se uso por primera vez en 1914 por Volhard y  Fahr quienes la definieron como hipertensión arterial severa acompañada de compromiso vascular cardiaco, cerebral y renal  que tenían una evolución fatal culminando en infarto miocárdico, falla renal o isquemia  cerebral.

La gran mayoría de los pacientes con crisis hipertensivas tienen diagnostico conocido de hipertensión arterial y refleja mal control ambulatorio por falta de acceso a servicios médicos, mala adherencia al tratamiento por voluntad propia o uso de drogas psicoactivas.

Fisiopatología.
La crisis hipertensiva puede ocurrir en pacientes previamente hipertensos o como fenómeno de nuevo y tanto con hipertensión arterial esencial como secundaria.  La razón para el aumento agudo y severo de la presión arterial no  se conoce; la rapidez de sus inicios sugiere un factor detonante aun por esclarecer.  Parece haber un aumento súbito de la resistencia vascular probablemente asociada a liberación de factores vasoconstrictores. Este aumento subito de la presión arterial produce daño endotelial con aumento de la permeabilidad, activación intravascular de la cascada de la coagulación y depósito de fibrina, produciendo necrosis fibrinoide de las arteriolas con posterior isquemia distal y más liberación de sustancias vasoactivas perpetuando el ciclo vicioso de daño vascular.

Manifestaciones clínicas
Las manifestaciones clínicas dependen del órgano implicado. Se sabe que el daño de órgano blanco usualmente no aparece hasta que la presión diastólica sobrepasa a los 130 mmHg. Sin embargo, parece que más importante que el valor absoluto de las cifras tensionales, es la velocidad del aumento, por ejemplo, los pacientes con hipertensión crónica es posible presentar PAS mayor 200 o PAD mayor de 150 sin tener síntomas.



Enfoque clínico
En el examen físico se debe medir la presión arterial en ambos MMSS con un brazalete de tamaño adecuado, evaluar los pulsos en las extremidades, auscultar tórax en búsqueda de edema pulmonar y taquicardia o galope, auscultar el abdomen buscando soplos y hacer una evaluación neurológica completa. Luego de esta evaluación inicial, si se llaga al diagnóstico de emergencia versus urgencia hipertensiva, se puede tener una idea sobre el órgano blanca comprometido para así solicitar los exámenes complementarios pertinentes.

Manejo medico
La mayoría de los pacientes no tienen signos de daño de órgano blanco, por lo tanto, no requieren  una reducción rápida de la presión arterial.  La presión arterial se debe disminuir en 24 a 48 Hrs y esto se puede hacer con tratamiento oral.  Sin embargo, los pacientes con emergencia hipertensiva si necesitan disminuir la presión arterial más rápidamente, en un lapso de 6 Hrs.  Los pacientes con crisis hipertensiva pueden estar falsos de volumen y se debe de buscar signos de deshidratación  para adicionar líquidos intravenosos y evitar hipotensión con el manejo médico.

Una vez se estabilice la presión arterial se debe iniciar medicamentos orales y disminuir lentamente la infusión. La elección de los medicamentos se debe basar en el órgano comprometido.




Situaciones especiales
Disección de aorta.
Siempre se debe de considerar en pacientes con dolor torácico y cifras tensionales altas. La propagación de la disección depende de la presión arterial y la frecuencia cardiaca.  Así que el uso de solo un vasodilatador no es apropiado por el riesgo de taquicardia refleja. Un antagonista beta-adrenérgico y un vasodilatador constituyen el tratamiento óptimo.  Por ejemplo, nitro prusiato más metoprolol o labetalol.

Accidentes cerebrovasculares
La mayoría de pacientes con isquemia cerebral presentan cifras tensionales altas que protegen la zona viable alrededor del territorio comprometido. Por lo tanto, no se debe ser agresivo en bajar la presión arterial en estos pacientes salvo cifras superiores a 220/120.

Hipertensión postquirúrgica
Las complicaciones asociadas van desde hemorragia en el sistema nervioso central, isquemia miocárdica o cerebral, arritmias, falla de anastomosis y sangrado. Las cirugías más frecuentes complicadas por hipertensión arterial son cardiotorácicas, de cabeza y cuello y neuroquirurgicas. El tratamiento incluye manejo apropiado de ansiedad y dolor antes de adicionar antihipertensivos. Si persisten cifras tensionales se debe adicionar un antihipertensivo de corta duración como el labetalol.

Arritmias ventriculares en el servicio de urgencias
Las arritmias ventriculares son sin duda alguna, el grupo de trastornos del ritmo más temido por la mayoría de los médicos y por el persona de la salud en general. Este temor nace del hecho de que cierto tipo de arritmias ventriculares están relacionadas con un alto riesgo de muerte para el paciente que las padece. Comprenden un diverso grupo de trastornos del ritmo que van desde la despolarizaciones ventriculares prematuras (también conocidas como extrasístoles ventriculares) hasta la fibrilación ventricular.  El significado clínico y pronóstico de dichas alteraciones dependerá no solo del tipo de arritmia y de su forma de presentación, sino que además las condiciones de base del paciente, las enfermedades concomitantes y muy especialmente de la función ventricular al momento de la aparición del trastorno del ritmo.

Evaluación inicial
La evaluación inicial en el servicio de urgencias deberá enfocarse en algunos puntos esenciales, los cuales se valoraran siempre y ojala en forma sistemática en todo paciente que consulte con una arritmia que se sospeche pueda tener un origen ventricular.

El primero de los es determinar la estabilidad hemodinámica del paciente, para definir rápidamente una estrategia de tratamiento adecuada en caso de que esta se encontrase asociada a colapso circulatorio.

En segundo término, si la estabilidad hemodinámica así lo permite, deberá establecerse un diagnostico etiológico probable y desacuerdo con este determinar la mejor estrategia terapéutica a instaurar.

En tercer lugar se buscara siempre las posibilidades causas desencadenante de la arritmia, con el fin de corregirlas de ser posible.

Y por último, deberá implementar el tratamiento inicial adecuado, determinar la necesidad de hospitalización de nuestro paciente, el  nivel de complejidad en el cual deberá ser internado y la necesidad de interconsulta por personal altamente especializado en el manejo de los trastornos del ritmo.

Si el paciente, luego de ser evaluado en forma rápida y oportuna, es rotulado como inestable hemodinamicamente, se debe proseguir el enfoque terapéutico de acuerdo a las guías de reanimación y realizar cardioversión eléctrica en modo sincrónico en caso de tratarse de una arritmia regular, o desfibrilación en caso de tratarse de un trastorno del ritmo que sea tan irregular que impida la adecuada sincronización con los complejos QRS.

Complejos ventriculares prematuros (CVP)
Se caracterizan por la aparición prematura de un complejo QRS cuya morfología es anormal y que tiene una duración que generalmente excede los 120 milisegundos. La inscripción de la onda T en estos complejos es usualmente de mayor tamaño que durante los latidos sinusales y suele dirigirse en dirección opuesta a la deflexión predominante del complejo QRS. Al tratarse de un complejo prematuro a nivel ventricular no existe una onda P precedente a dicho complejo que este explicando su aparición  y de estar presente no tendrá una relación de causalidad con el latido ventricular subsiguiente. Sin embargo, siempre que exista una P precediendo a un complejo QRS sugestivo de ser ventricular, deberá plantearse la posibilidad de que se trate de una extrasístole supra ventricular conduciendo con fenómeno de aberrancia.

Desde el punto de vista del reconocimiento electrocardiográfico, cuando un complejo prematuro se origina a nivel del ventrículo derecho tendrá morfología de bloqueo de rama izquierda; mientras que si el foco se dispara desde el ventrículo izquierdo la morfología será de bloqueo de rama derecha. El termino bigeminismo hace referencia a un trastorno del ritmo en el cual un latido normal se intercala siempre con un complejo prematuro. Se llama trigeminismo si cada 2 latidos sinusales se inscriben un complejo prematuro ventricular y cuadrigeminismo en caso de presentarse un complejo prematuro después de cada 3 latidos sinusales.

Desde el punto de vista clínico los latidos ventriculares prematuros pueden acompañarse de síntomas como palpitaciones, malestar en el cuello o en el tórax lo cual puede ser explicado por la mayor fuerza de contracción del latido post extra sistólico. Otra queja frecuentemente  por parte de los pacientes es la sensación de parada cardiaca momentánea, ocasionada por la pausa que sigue a la extrasístole. Los latidos ventriculares prematuros cuando son muy frecuentes y si se presentan en los pacientes que tienen enfermedad cardiaca establecida pueden producir síntomas de angina, hipotensión o incluso falla cardiaca franca. Durante el examen físico puede notarse que el latido prematuro frecuentemente se acompaña de una alteración en la intensidad de los ruidos cardiacos, algunas veces con la perdida de la auscultación del seguro ruido , y asociado puede encontrarse una disminución o incluso ausencia del pulso radia.

En aquellos pacientes con enfermedad cardiaca estructural especialmente aquellos con cardiopatía isquémica, la presencia de latidos ventriculares prematuros frecuentes, espásticamente más de  10 latidos prematuros por hora se ha considerado como un predictor de riesgo para el desarrollo de taquicardia ventricular y muerte subida cardiaca.  Si el paciente no ha tenido episodios de sincope o sincope cercano, no hay signos de compromiso hemodinámico y no hay evidencia de arritmias ventriculares más complejas  (taquicardia ventricular por ejemplo) , podrá enviarse para continuar su evaluación en forma ambulatoria por medicina interna  o cardiología clínica.

La educación del paciente , la compresión por parte del mismo de que tiene una patología benigna que no amenaza su supervivencia generalmente, conlleva a una mejoría importante en la percepción de los síntomas atribuibles a los latidos ventriculares prematuros .

Deberá tenerse siempre en cuenta la recomendación a dichos pacientes en cuanto a la necesidad de evitar todas aquellas sustancias que puedan comportarse como irritantes del sistema eléctrico cardiaco, especialmente las bebidas oscuras (cola, café, te, etc) las llamadas bebidas energizantes y el alcohol.

Ritmo idioventricular acelerado
Se denomina a  la presencia de un ritmo que, como su nombre lo indica, se origina a nivel de los ventrículos. La frecuencia ventricular por lo general se encuentra entre  60 y 100 latidos por minuto (LPM). Algunos autores hablan de frecuencias de hasta 110 latidos por minuto, con lo cual se superpone con las frecuencias que clásicamente definen la taquicardia ventricular.

 En forma usual ritmo idioventricular suele encontrarse unos 10 latidos alrededor de la frecuencia sinusal, por lo que el control del ritmo cardiaco fluctúa entre estos dos sitios con actividad marcapaso que compiten entre sí. Es por tanto  común observar latidos de fusión ocurriendo tanto al comienzo como en la terminación del ritmo idioventricular, durante los momentos en que ambos sitios con actividad marcapasos compiten por comandar la actividad ventricular.

El inicio de esta arritmia es generalmente gradual (no paroxístico) y ocurre cuando la frecuencia del ritmo idioventricular supera la frecuencia del nodo sinusal. El inicio del ritmo ectópico también puede darse luego de una contracción ventricular prematura.
La terminación del ritmo idioventricular suele ser también gradual, bien sea por que el nodo sinusal aumenta su velocidad de disparo y toma el control, o porque el foco ectópico ventricular disminuya la suya cediendo el comando del ritmo. En aquellos pacientes que cursan un evento coronario agudo, esta arritmia suele ocurrir en el momento en que se presenta el fenómeno de reperfusion de una arteria ocluida y puede ser documentado también durante las maniobras de resucitación Cardio-cerebro –pulmonar.

Taquicardia ventricular
Es aquel ritmo que se origina distal a la bifurcación de haz de his, bien sea en el tejido especializado de conducción, en el musculo ventricular o en ambos.  La frecuencia cardiaca mínima para hablar de taquicardia ventricular varia., dependiendo de los autores, entre 100 y 110 LPM y su duración mínima debe ser de 3 latidos.  Los complejos QRS que conforman esta taquicardia suelen ser anormales, con una duración superior a 120 milisegundos, el vector ST-T esta en oposición a la deflexión mayor de QRS. Al igual que en los complejos ventriculares prematuros, la actividad auricular podrá ocurrir en forma independiente a la ventricular ocasionando disociación auricolo ventricular (AV) en el cual las aurículas van por un lado y los ventrículos por otro.  O por el contrario, podrá ocurrir que haya trasmisión  retrograda del impulso eléctrico de los ventrículos hacia las aurículas a través del sistema de conducción normal logrando la captura de estas (fenómeno que se observa por lo menos en el 25% de los sujetos) manteniéndose así una relación AV 1 a 1 (asociación auricolo ventricular ), lo cual a veces confunde a los médicos y los lleva a la realizar el  diagnostico inadecuado de un origen supra ventricular de la arritmia.

La taquicardia ventricular suele clasificarse con base en su duración y en la tolerancia hemodinámica asociada o con respecto a su morfología  de presentación.  La taquicardia ventricular no sostenida tendrá entonces una duración menor a 30 segundos y no producirá colapso hemodinámico en el paciente.   

La respuesta al masaje  del seno carotideo puede ayudarnos en el servicio de urgencias con la diferenciación entre TV y TSV. En caso de TSV cuyo mantenimiento dependa del nodo AV. El masaje del seno carotideo  puede terminar la taquicardia, lo cual es muy raro en  casos de TV. En caso de tratarse  de una TSV independiente del nodo AV, la disminución de la respuesta  ventricular secundaria al masaje permite apreciar con mayor claridad las señales auriculares  (ondas de Flutters, ondas P ectópicas, etc) sugiriendo el diagnostico de un tipo específico de TSV o incluso  puede hacer evidente la disociación AV.
 La duración de QRS en el plano frontal puede sugerir el origen ventricular de una taquicardia. Un QRS de más de 140 milisegundos en presencia de morfología de bloqueo de rama derecha o de 160 milisegundos con morfología  de bloqueo de rama izquierda favorece el diagnostico de taquicardia ventricular. Si se tiene morfología de bloqueo de rama derecha  y en la derivación V1 hay una onda R con doble pico, especialmente si el primero es más alto que el segundo, se considera un hallazgo sugestivo de Tv.

Si la morfología del QRS durante taquicardia es de bloqueo de rama izquierda , la presencia de los siguientes de los siguientes hallazgos sugieren un origen ventricular :
1.    Onda R inicial mayor a 30 mseg de duración en V1 o V2
2.    Presencia de una muesca en la pendiente descendente de la onda S en las derivaciones V1 o V2.
3.    Duración igual a mayor a 70 milisegundos desde el comienzo del complejo QRS  hasta el nadir de la S o del QS en V1 y en V2.
4.    Presencia de cualquier onda Q en V6.

Manejo de la taquicardia ventricular
Los anti arrítmicos  más utilizados en la taquicardia ventricular  son la amiodarona, la procainamida y la lidocaína, usualmente administradas en un bolo inicial  y seguidas de una infusión intravenosa del medicamento. Esta misma es el fármaco más utilizado  actualmente, se encuentra recomendado como primera elección. Se utiliza en dosis de 150 mg en bolo, usualmente para pasarlos en mínimo 10 min , (15 mg/min) y  posteriormente  a esto se deja una infusión de amiodarona a 1.0 mg/min por 6 Hrs y luego a 0.5 mg/min por 18 hrs más.  Esta infusión puede repetirse por varios días en caso de ser necesario. La infusión se puede preparar así: 6 ampollas de amiodarona en 500cc de DAD al 5% y se pasan a razón de 34cc/h por las 6 primeras hras  y luego a 17 cc/h por las siguientes 18hrs.  Si la taquicardia no termina o hay recurrencia de la misma, podrán a su vez administrarse bolos extras de 150 a 300mg. Si la arritmia no responde a la terapia farmacológica, podrá considerarse la realización de una cardioversión eléctrica.  Esta deberá llevarse a cabo además en todos los pacientes que se presenten con evidencia de colapso hemodinámico (hipotensión, choque , angina, signos de falla cardiaca secundarios a la arritmia o síntomas de hipoperfusión cerebral).,

La meta de la terapia a largo plazo es prevenir la recurrencias de la arritmia y la muerte súbita. Dependiendo de las características de presentación de la TV , el compromiso , hemodinámico  que ellas generen y la función ventricular de base del paciente, cambiaran el tratamiento que este deba recibir.

La utilización de un cardiodesfribilador (CDI) se recomienda en aquellos pacientes con episodios de TV no sostenida, que tienen una función  ventricular menor al 40% pero superior al 35% y en quienes sea posible la inducción de TV sostenida durante un estudio electrofisiológico.

Fibrilación ventricular
Esta se puede describir como un ritmo caótico originario en los ventrículos, en cual no permite la generación de una concentración cardiaca efectiva y que lleva a la muerte en los minutos siguientes si esta arritmia no puede ser terminada.
Desde el  punto de vista electrocardiográfico la FV se reconoce por la presencia de ondulaciones irregulares, que tienen contorno y amplitud variables. No puede distinguirse en esta arritmia el complejo QRS, el segmento ST ni la onda T.  En algunas ocasiones, especialmente cuando la FV lleva ya algunos minutos de establecida de las ondas puede ser tan fina  (menor a 0.2 mV) que podría confundirse con una asistolia.

Suele presentarse como un evento terminal asociado a síndromes coronarios agudos, administración de ciertas medicaciones anti-arrítmicas (efecto Pro arrítmico), hipoxia, acidosis, post cardioversión, estimulación ventricular competitiva o en casos de conducción muy rápida a los ventrículos a través de una vía accesoria (como en el caso de una fibrilación auricular en un paciente con síndrome de Wolff parkinson White).

DISFUNCIONES DE PROTESIS VALVULARES CARDIACAS
El uso de prótesis para el tratamiento quirúrgico de la enfermedad cardiaca empezó a principios de la década de los sesenta, inicialmente con el uso de prótesis biológicas por Braunwald y Morrow y poco tiempo después con la introducción de las prótesis mecánicas por stary Edwards.

Tipos de disfunción protésica:
Las válvulas pueden fallar por deterioro estructural, disfunción no relacionada con la estructura protésica, trombosis valvular y por infección (endocarditis de válvula protésica).

Deterioro estructural:
Las prótesis valvulares cardiacas tienden a mostrar deterioro estructural con el paso del tiempo.  Este fenómeno es más pronunciado en las prótesis  biológicas y en las primeras generaciones de prótesis mecánicas, pero es un evento prácticamente inexistente en las prótesis mecánicas mas recientes.   Estas pueden fallar por muchos factores como son el tiempo después de la implantación, la edad del receptor, la generación de la prótesis, e incluso la posición  en la que está implantada la válvula (mitral o aortica).
Por las consideraciones anteriores es imperativo hacer un seguimiento adecuado a los pacientes portadores de prótesis biológicas, el cual debe constar de ecocardiograma y evaluación medica al menos una vez al año, con el fin de establecer el mejor momento para programar la reintervencion y de esta manera disminuir los riesgos.

Deterioro no estructural:
Está relacionado con la aparición de pannus, fugas para valvulares, desproporción paciente-protesis  y hemolisis con anemia secundaria. La formación de pannus es un fenómeno infrecuente que ocurre en válvulas mecánicas y biológicas por igual y consiste en la aparición de un tejido de aspecto fibroso que empieza a crecer en la región perianular y termina por obstruir en forma importante el orificio valvular.  Con el paso del tiempo, el alto estrés al que se someten las prótesis con mismatch genera deterioro estructural de la prótesis.

Trombosis valvular protésica:
Es una de las complicaciones más serias que puede tener un paciente con prótesis valvular, más frecuente prótesis mecánica.  Su presentación es de tipo agudo, con obstrucción subida del orificio valvular y la consecuente falla cardiaca y el embolismo a la circulación periférica o la circulación cerebral.  Cuando la evolución es lenta y la aparición de los síntomas es paulatina se debe sospechar más bien la presencia de pannus. Las guías internacionales recomiendan la anticoagulación por lo menos durante los primeros tres meses después del implante de una prótesis biológica, tiempo en el que transcurre  la endotelizacion de las superficies alrededor de la válvula y del material de sutura.
En general, las prótesis localizadas en el lado derecho del corazón son más susceptibles de trombosis comparadas con las izquierdas y cuando se evalúan aisladamente el lado izquierdo, se encuentra que es más común la trombosis de las prótesis mitrales. La presentación clínica de una trombosis valvular protésica puede ser por obstrucción o insuficiencia de la prótesis y la sintomatología está dada por falla cardiaca que se agrava en forma progresiva.

Diferencias entre disnea cardiaca y disnea pulmonar
Con los datos de la historia clínica completa no fuera posible definir bien el originan de la disnea, puede optarse por pruebas  como el péptido natriiuretico cerebral y la prueba de esfuerzo cardiopulmonar si las condiciones del paciente lo permiten.,
















































Web-grafia.
GRUPO MEDICO DE CLINICA CARDIOVASCULAR. (2013-2014). URGENCIAS 
CARDIOVASCULARES. MEDELLIN-COLOMBIA: CLINICA CARDIOVASCULAR.

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